Una comunicación consciente implica poder observar lo que tenemos interiormente, lo que se está moviendo allí tanto en el pensamiento como en las emociones, al igual que la forma en que exteriorizamos eso que nos pasa. Aprendiendo a responder de manera asertiva y no reaccionar impulsivamente, evitando la confrontación y los conflictos que puede afectar las relaciones
A continuación te sugiero algunas herramientas de comunicación consciente, que pueden ayudarte a sortear dinámicas complejas en la convivencia y afrontar con mayor sentido y consciencia los retos que se presentan en la comunicación.
1. Evitar conversaciones que despierten la sensibilidad emocional conflictiva
Al ser la convivencia continua una experiencia que nos expone a dinámicas de vulnerabilidad, nuestras alarmas mentales y emocionales están más activas que en un contexto cotidiano, por lo cual afloran nuestras situaciones problemáticas no resueltas, nuestras defensas y nuestra reactividad, propiciando lugares mentales y emocionales que llevan a cargas conflictivas en las relaciones
2. Observe sus estados emocionales a lo largo del día y sobre todo en los momentos en los que tendrá una conversación
Esto puede ayudarle a fomentar una mirada atenta frente a la manera como se va a comunicar con otros y si esto que va a comunicar, puede afectar la relación con el otro. Como pregunta básica sugiero: ¿Cómo estoy en este momento para comunicar lo que quiero comunicar?
3. Observe sus pensamientos porque de allí salen los contenidos para las conversaciones
Si se permite observar los pensamientos recurrentes que pasan por su mente, podrá identificar los contenidos que pueden salir en la comunicación, propiciando escenarios asertivos para relacionarse con otros y pudiendo observar pensamientos no pertinentes y así aplicar un freno mental. En escencia es un entrenamiento para aprender a filtrar los pensamientos.
4. Permítase espacios de silencio para fomentar una descarga emocional y mental, que genere vacíos renovables
Cuando la copa está rebosada y se va a reventar, se necesitan mermar los estados emocionales críticos y aminorar lo que viene cargándose a lo largo del día. Entre más se permita descargarse y/o vaciarse, mayor probabilidad de no generar conflictos. Para esto te sugiero los ejercicios de los puntos 5 y 9
5. Escritura
La mente y la emoción necesitan renovar sus contenidos para abrirse a lo nuevo y poder descargar. La escritura es una herramienta que permite descomprimir aquellas tensiones mentales y emocionales que aparecen ante nosotros y así liberar cargas de estrés y de ansiedad. A menos que sea prioritario expresar verbalmente los pensamientos, es preferible utilizar la escritura para descargar lo que le molesta, le perturba o lo que está siendo objeto de su malestar.
6. Rutinas de ejercicio físico
El cuerpo es el vehículo que cataliza nuestros pensamientos y emociones, por lo cual es el que recibe y metaboliza los contenidos que llegan (emocionales y mentales). Es importante trabajarlo para ayudar a renovar su energía, evitando puntos de saturación que incluso nos lleven a enfermar. Cuando el cuerpo está muy cargado, es más fácil que estemos irascibles y sensibles, por lo que buscará un mecanismo de descarga. Es probable que si no se hace algún ejercicio físico, todos aquellos contenidos conflictivos y de molestia saldrán hacia la convivencia con otros. Es así la necesidad de la renovación corporal como liberación de aquella energía contenida.
7. Creatividad
Utilizar la naturaleza innata que tenemos como seres creadores, para poder manifestarla en estos momentos. Todo ello nos permite retarnos a nosotros mismos, mantener nuestra mente ocupada en un propósito creativo y desplegar las capacidades que tenemos; ayudándonos a enfocar nuestra atención en actividades que aminoren la capacidad de estar inmersos en espacios conflictivos.
8. Retiro a la calma
Todos en algún momento necesitamos estar en un espacio personal, cuando sentimos que nuestra emoción y nuestra mente rebasan nuestra capacidad de repuesta. En el ámbito de las relaciones no es la excepción, pues hay diferentes situaciones que nos superan y nos generan altas cargas, dónde la necesidad primaria es estar solos o evitar las interacciones. Recomiendo en la medida de lo posible, tener espacios físicos propios y respetar los espacios de los demás, generando acuerdos para poder tomarse estos retiros a la calma y así evitar aumentar los conflictos en el hogar.
9. Respiración
La recomendación es realizar prácticas de respiración consciente, dónde sincronices tu mente para percibir el ciclo de tu respiración al inhalar y al exhalar. Puedes hacerlo al percibir el ritmo natural de tu respiración o inhalando y exhalando profundamente, siendo consciente de lo que haces. Para la convivencia con otros es importante la respiración, ya que permite regular los estados emocionales y te facilita estar contigo mismo.
10. Reconocer lo valioso del otro
Cada persona tiene aspectos valiosos que la hacen única y especial, incluidos nosotros mismos. Hay aspectos por los cuales nos gustaría ser reconocidos e incluso ver que las personas se relacionan con nosotros a partir de ellos; es así que también debemos aprender a ver a los demás con sus cualidades y lo valiosos que son. Es importante parar y ser conscientes de lo que nos aportan las personas con las que convivimos, para así darles un valor diferente y cambiar la perspectiva del conflicto, por aspectos más positivo.
Santiago Arjona
Psicólogo clínico, Counselor, Terapeuta y Formador en Desarrollo Humano
Instagram: @psicologo.santiago.arjona